Misterios del Rosario del Martes y Viernes: Misterios Dolorosos

Misterios del Rosario del Martes y Viernes: Misterios Dolorosos

Los misterios del rosario que se rezan los martes son los misterios dolorosos, que consisten de la oración en el huerto, la flagelación de Jesús atado a la columna, la coronación de espinas, Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario, y la crucifixión y muerte de Jesús.

Los misterios dolorosos también se rezan los viernes de cada semana.

Los misterios del rosario como tal son acontecimientos o momentos importantes de la vida de Jesús y de María (la madre de Jesús). Estos misterios, al igual que todos los demás, han sido identificados en la carta apostólica Rosarium Virginis Mariae.

En esta, se ha escrito que los misterios estan dividos en cuatro “rosarios,” y el rosario es una serie de oraciones que se utiliza para pedir la interseción de la Virgen María con el fin de que llegen nuestras suplicas al Señor. Ya que María continúa ejerciendo su papel maternal en el cielo, el rosario es una manera maravillosa de comunciarnos con ella y con Dios.

¿Qué es el Rosario y sus Misterios?

El santo rosario es una oración formada por una serie de rezos y salmodias que se recitan en memoria de los principales misterios de la vida, muerte y resurrección de Jesús. Se trata de meditar sobre los momentos más importantes de la vida de Cristo para alcanzar la gracia y la misericordia divinas. El santo rosario también es conocido como el “rosario católico” o el “rosario eucarístico”.

El santo rosario consta de 20 “mysteria” o rezos, divididos en cuatro grupos de cinco. Cada “mysterium” se enfoca en un evento específico de la vida de Cristo o de la Virgen María. Los rezos se recitan en voz alta o en silencio, acompañados por la manipulación de una serie de cuentas conocidas como “avemarías” o “padrenuestros”. A veces, se utilizan rosarios especiales que tienen figuras relacionadas con los misterios para ayudar a visualizar y meditar sobre ellos.

En los tiempo de antes, el rosario solo se rezaba con 15 misterios, los cuales pertenecían a 3 cateogorias incluyendo los:

  • Misterios Gozosos
  • Misterios Dolorosos
  • Misterios Gloriosos

Hoy en día, además de estas categorias de misterios, también se rezan los misterios luminosos (5 misterios) que fueron agregados por al Papa Juan Pablo II en el 2002.

Así dice en la carta Marialis CultusQuisiéramos, pues, detenernos ahora en algunas cuestiones sobre la relación entre la sagrada Liturgia y el culto a la Virgen (I); ofrecer consideraciones y directrices aptas a favorecer su legítimo desarrollo (II); sugerir, finalmente, algunas reflexiones para una reanudación vigorosa y más consciente del rezo del Santo Rosario, cuya práctica ha sido tan recomendada por nuestros Predecesores y ha obtenido tanta difusión entre el pueblo cristiano (III).

Misterios del Rosario del Martes y Viernes: Misterios Dolorosos

Los misterios dolorosos son los que se rezan los martes y los viernes de cada semana.

Igual que los demas misterios, se rezan usando el rosario despues de rezar los diez Ave María y los glorias, como demuestra la siguiente imagen:

Como rezar el rosario - el resto de los misterios

Primer Misterio Doloroso: La oración en el Huerto

«Entonces Jesús fue con ellos a un huerto, llamado Getsemaní, y dijo a sus discípulos: “Sentaos aquí mientras voy a orar”. Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. Entonces les dijo: “Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo”. Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: “Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú“» (Mt 26, 36-39).

Otra manera de rezar este misterio es así:

»Llegaron a una propiedad llamada Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos. «Quédense aquí, mientras yo voy a orar». Después llevó con él a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir temor y a angustiarse. Entonces les dijo: «Mi alma siente una tristeza de muerte. Quédense aquí velando». Y adelantándose un poco, se postró en tierra y rogaba que, de ser posible, no tuviera que pasar por esa hora. Y decía: «Abbá —Padre— todo te es posible: aleja de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya». Después volvió y encontró a sus discípulos dormidos. Y Jesús dijo a Pedro: «Simón, ¿duermes? ¿No has podido quedarte despierto ni siquiera una hora? Permanezcan despiertos y oren para no caer en la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil». Luego se alejó nuevamente y oró, repitiendo las mismas palabras. Al regresar, los encontró otra vez dormidos, porque sus ojos se cerraban de sueño, y no sabían qué responderle. Volvió por tercera vez y les dijo: «Ahora pueden dormir y descansar. Esto se acabó. Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levántense! ¡Vamos! Ya se acerca el que me va a entregar.» (Mc 14, 32-42)

Segundo Misterio Doloroso: La flagelación de Jesús atado a la columna

«Pilato puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado» (Mt 27, 26).

Una manera mas extendida de rezar este misterio es de la siguiente manera:

»Jesús compareció ante el gobernador, y este le preguntó: «¿Tú eres el rey de los judíos?» Él respondió: «Tú lo dices». Al ser acusado por los sumos sacerdotes y los ancianos, no respondió nada. Pilato le dijo: «¿No oyes todo lo que declaran contra ti?» Jesús no respondió a ninguna de sus preguntas, y esto dejó muy admirado al gobernador. En cada Fiesta, el gobernador acostumbraba a poner en libertad a un preso, a elección del pueblo. Había entonces uno famoso, llamado Barrabás. Pilato preguntó al pueblo que estaba reunido: «¿A quién quieren que ponga en libertad, a Barrabás o a Jesús, llamado el Mesías?» Él sabía bien que lo habían entregado por envidia. Mientras estaba sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: «No te mezcles en el asunto de ese justo, porque hoy, por su causa, tuve un sueño que me hizo sufrir mucho». Mientras tanto, los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la multitud que pidiera la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. Tomando de nuevo la palabra, el gobernador les preguntó: «¿A cuál de los dos quieren que ponga en libertad?» Ellos respondieron: «A Barrabás». Pilato continuó: «¿Y qué haré con Jesús, llamado el Mesías?». Todos respondieron: «¡Que sea crucificado!» Él insistió: «¿Qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaban cada vez más fuerte: «¡Que sea crucificado!» Al ver que no se llegaba a nada, sino que aumentaba el tumulto, Pilato hizo traer agua y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo: «Yo soy inocente de esta sangre. Es asunto de ustedes». Y todo el pueblo respondió: «Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos». Entonces, Pilato puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado».

Tercer Misterio Doloroso: La coronación de espinas

«Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte. Lo desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre la cabeza, y en su mano derecha una caña, y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: “Salve, Rey de los judío”». (Mt 27, 27-29)

Otra manera de rezar este misterio es la siguiente:

»Los soldados lo llevaron dentro del palacio, al pretorio, y convocaron a toda la guardia. Lo vistieron con un manto de púrpura, hicieron una corona de espinas y se la colocaron. Y comenzaron a saludarlo: «¡Salud, rey de los judíos!» Y le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían y, doblando la rodilla, le rendían homenaje. Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto de púrpura y le pusieron de nuevo sus vestiduras. Luego lo hicieron salir para crucificarlo». (Mc 15, 15-20)

Cuarto Misterio Doloroso: Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario

«Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo, a que llevara su cruz. Lo condujeron al lugar del Gólgota, que quiere decir de la “Calavera”» (Mc 15, 21-22).

Otra manera de rezar este misterio es la siguiente:

»Entonces Pilato se lo entregó para que lo crucificaran, y ellos se lo llevaron. Jesús, cargando sobre sí la cruz, salió de la ciudad para dirigirse al lugar llamado «del Cráneo», en hebreo, «Gólgota» (Jn 19, 6-17) 

Quinto Misterio Doloroso: La crucifixión y muerte de Jesús

«Llegados al lugar llamado “La Calavera”, le crucificaron allí a él y a los dos malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen”… Era ya eso de mediodía cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la media tarde. El velo del Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando un fuerte grito dijo: “Padre, en tus manos pongo mis espíritu” y, dicho esto, expiró» (Lc  23, 33-46).

Una manera mas extendida de rezar este misterio es la siguiente:

»Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota, que significa «lugar del Cráneo», le dieron de beber vino con hiel. Él lo probó, pero no quiso tomarlo. Después de crucificarlo, los soldados sortearon sus vestiduras y se las repartieron; y sentándose allí, se quedaron para custodiarlo. Colocaron sobre su cabeza una inscripción con el motivo de su condena: «Este es Jesús, el rey de los judíos». Al mismo tiempo, fueron crucificados con él dos bandidos, uno a su derecha y el otro a su izquierda. Los que pasaban, lo insultaban y, moviendo la cabeza, decían: «Tú, que destruyes el Templo y en tres días lo vuelves a edificar, ¡sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios, y baja de la cruz!» De la misma manera, los sumos sacerdotes, junto con los escribas y los ancianos, se burlaban, diciendo: «¡Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo! Es rey de Israel: que baje ahora de la cruz y creeremos en él. Ha confiado en Dios; que él lo libre ahora si lo ama, ya que él dijo: «Yo soy Hijo de Dios»». También lo insultaban los bandidos crucificados con él. Desde el mediodía hasta las tres de la tarde, las tinieblas cubrieron toda la región. Hacia las tres de la tarde, Jesús exclamó en alta voz: «Elí, Elí, lemá sabactani», que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» Algunos de los que se encontraban allí, al oírlo, dijeron: «Está llamando a Elías». En seguida, uno de ellos corrió a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, poniéndola en la punta de una caña, le dio de beber. Pero los otros le decían: «Espera, veamos si Elías viene a salvarlo». Entonces Jesús, clamando otra vez con voz potente, entregó su espíritu». (Mt 27, 33-50)

Ya que los misterios son oraciones que se utilizan con el rosario, es importante aprender a rezar el rosario completo para entender en cuales de sus partes se rezar los misterios.

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