Rezar La Coronilla de la Divina Misericordia

La coronilla de la divina misericordia es una oración muy conocida y utilizada por muchas personas en todo el mundo. La coronilla reza así: “Señor Jesús, hijo de Dios misericordia, ten piedad de nosotros pecadores. Amén”. Esta oración se recomienda especialmente para aquellos momentos en los que necesitamos ayuda y consuelo, ya que invoca la infinita misericordia de Dios.
Esta oracion se puede rezar en forma de novena, es decir, en 9 dias consecutivos, o bien, se puede rezar cada dia. Las intenciones para las que se pide ayuda a Dios mediante esta oracion son muy variadas, y pueden ser personales o colectivas. Algunas de las intenciones más comunes son: la salud, el trabajo, el amor, la familia, etc.
Algunos dicen que la coronilla proviene de una antigua tradición que se remonta a la coronación de los pescadores. Según esto, Juan Evangelista o San Isaías les habría enseñado este rito para protegerlos contra las tormentas y el viento huracanado cuando iban al mar.
La historia de la coronilla en el catolicismo proviene de cuando Jesús se le reveló a Santa Faustina el 14 de septiembre, diciéndole que aquel que rezara la misericordia se le protegería en la vida y se le otorgaría gracias. Por ende, a Santa Faustina se le conoce como Apóstol de la Misericordia.
Por ende, durante mucho tiempo de tradición el acto litúrgico era coronar la sagrada cruz con flores o coronillas para adornarse ésta durante todo el procesionario del domingo siguiente.
En este artículo vamos a explicar paso a paso cómo rezar la coronilla de la divina misericordia en forma de novena.
Razones Para Rezar le Coronilla
La Coronilla de la Divina Misericordia se debe rezar ya que Jesús y el Papa lo piden, la coronilla provee gracias maravillosas, las oraciones son sencillas, y se puede rezar en cualquier lugar.
La coronilla es una contemplación de la Iglesia Católica que está relacionada con la Divina Misericordia, lo que es un acto de gracia basando en el perdón.
La Coronilla de la Divina Misericordia consiste de un grupo de oraciones que se rezan con el rosario, aunque algunas personas rezan la La Coronilla de la Divina Misericordia sin un rosario.
La historia de la La Coronilla de la Divina Misericordia se deriva de cuando Jesús se le presenta a Santa Faustina Kowalska, quien fué conocida como Apóstol de la Misericordia. Durante esta aparición, Jesús le enseñó la La Coronilla de la Divina Misericordia a Santa Fuastina y le explicó que aquel que la rezara sería protegido durante su vida y se le otorgaria una inmensidad de gracias.
Ya que Jesús pidió que se rezara la Coronilla de la Divina Misericordia, en sí esta es la razon principal por la que esta es una traidición católica. Pero además de esta ocaciones, han habido otros acontecimientos durante la historia que promueven el rezo de la Coronilla de la Divina Misericordia como una parte importante del cristianismo.
Jesus Pide que se Rece la Coronilla de la Divina Misericordia
En el año 1935, Jesús se le presenta a Sor Faustina Kowalska, pidiéndole que se rece la Coronilla de la Divina Misericordia, y se lo explico con las próximas palabras:
Esta “Oración es para aplacar mi ira, la rezarás durante nueve días con un rosario común, de modo siguiente: primero rezarás una vez el Padre Nuestro y el Ave María y el Credo.”
“Después, en las cuentas correspondientes al Padre Nuestro, dirás las siguientes palabras: Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.”
“En las cuentas del Ave María, dirás las siguientes palabras: Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Para terminar, dirás tres veces estas palabras: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero”.
Muchos creyentos del catolicismo rezan la Coronilla de la Divina Misericordia todos los días a las 3 de la tarde. Esta hora es conocida como “la hora de la misericordia.”
La Coronilla de la Divina Misericordia Provee Gracias Maravillosas
Durante el rezo de la Coronilla de la Divina Misericordia se proveen gracias maravillosas a todos los creyentes.
Esto fué dicho por Jesús mismo, quién explicó lo siguiente:
“Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta Coronilla; las entrañas de Mi misericordia se enternecen por quienes rezan esta Coronilla” (Ídem #848).
“Hasta el pecador más empedernido, si reza esta Coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita…deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia” (Ídem #687).
“Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta Coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón” (Ídem #811).
Para un cristiano, estas razones son suficientes para utilizar la Coronilla de la Divina Misercirodia como un rezo diario para acercarse más al Señor y hacerle conocer nuestra devoción y amor.
El Papa Francisco Recomienda que se Rece la Coronilla de la Divina Misericordia
El Papa Francisco dijo en el 2021 que la Divina Misercirodia “no es otro que el Evangelio de Jesucristo, que murió y resucitó de entre los muertos, quien nos da la misericordia del Padre.”
Ademas de esto, testificó que “en la misericordia de Dios, el mundo alcanzará la paz y el hombre, la felicidad.”
Por estas razones dadas por el Papa Francisco, muchos fieles de la religion católica continúan a incluir estas oraciones en sus rezos diarios para que les permita conectarse mejor con Dios y divina misericordia.
Inclusive, el Papa Francisco, durante el Segundo Domingo de Cuaresma del 2016, decidió pedirles a los participantes en la Plaza de San Pedro que repitieran las cajitas de la Misericordia las cuales contienen la imagen de Jesús y de la Divina Misericordia.
Las Oraciones Son Sencillas
Las oraciones que se relacionan con la coronilla, las cuales fueron establicidas por Santa Faustina, son bastante sencillas.
Estas oraciones centralizan en el ofrecimiento de sufrimientos de Jesús para con ellas purgar del pecado de la persona o del mundo, ya que estas le piden a dios que tenga misericordia de nosotros.
Cuando rezamos la Coronilla de la Divina Misericordia, esto nos permite exponerle a Dios un pedido sobre la necesidad de nosotros y del mundo en general. Con estos pedidos, le imploramos que nos extienda la misericordia.
Las oraciones de la coronilla se rezan usando un rosario de 5 decenas. La coronilla se comienza con la señal de la cruz, un padre nuestro, un avemaría y un credo. Después, se se dice un padre nuestro y 10 jaculatorias por cada parte del rosario.
A diferencia del rosario tradicional, en el cual se dicen los misterios relaciones con el día en el cual se está rezando el rosario, el rezo de la coronilla remplaza los misterios con un padre eterno y los Ave María con las jaculatorias de la coronilla.
Oraciones de la Coronilla de la Divina Misericorida
Para aprender a rezar la Coronilla de la Divina Misericorida, es importante primero saber cuales son todas las oraciones de este rezo, las cuales
La señal de la Cruz: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración al principio (opcional): Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y el mar de misericordia se abrió para el mundo entero. Oh fuente de vida, insondable Misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámate sobre nosotros (Diario, 1319).
Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío (Diario, 84). Primero se reza una vez el Padre Nuestro, el Ave María y el Credo de los Apóstoles.
Padre Nuestro: Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu reino; hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Ave María: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Credo de los Apóstoles: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, Su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
En las cuentas grandes del Padre Nuestro antes de cada decena: Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero (476).
En las 10 cuentas pequeñas de cada decena: Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Repita el “Padre Eterno” y “Por Su dolorsa Pasión”: (Números 6 y 7) Rece cuatro decenas más.
Después de cinco decenas, la doxología final (tres veces): Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
Oración final (opcional): Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentamos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia Mismos (950).
Como Rezar la Coronilla de la Divina Misericorida
La coronilla se reza con un rosario normal. La diferencia del rezo normal del rosario y el de la coronilla es que durante la coronilla de remplazan los misterios del rosario con un padre eterno.
Paso 1: Se Comienza con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo.
Paso 2: Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro) decir:
“Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.”
Paso 3: En las cuentas pequeñas del Ave María:
“Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.”
Paso 4: Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres veces:
“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.”
Para aprender a rezar la coronilla paso a paso, visite este artículo: Como Rezar la Coronilla de la Divina Misericordia
Igualmente, esta ímagen demuestra el rezo de la coronilla utilizando el rosario:
Pasos Para Rezar la Coronilla de la Divina Misericordia
Paso 1: La Señal de la Cruz
La senal de la cruz se hace al rezar la coronilla. Se hace alzando los brazos y tocando el pecho tres veces mientras se dice: “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén”. Esta senal es un recordatorio de la victoria de Cristo sobre la muerte.
Paso 2: Avemaría y Credo
“Ave María, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte”.
Para rezar el Credo de los Apóstoles correctamente, comienza la oración con una invocación a Dios: “Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra”. A continuación, continúa recitando los versículos del credo que expresan tu fe en Jesucristo: “Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; el fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nacido de María Virgen”.
Paso 3: Padre Eterno
Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.
Paso 4: 10 Jaculatorias
Jaculatorias son oraciones cortas que se usan para rezar el rosario. Son una forma abreviada de decir las distintas partes del Santo Rosario, permitiendo al creyente concentrarse en la devoción durante el rezo. La coronila es una selección de jaculatorias muy utilizadas en la devoción mariana. Estas son algunas:
“¡Ave María purísima! ¡Sin pecado concebida!”
“Dios te salve, María, llena eres de gracia”
“Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores”
“Dios te salve, Reina y Madre de misericordia”
“¡En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo!”
“¡Oh Jesús mío! Concédeme tu gracia”
“Santísima Virgen María, intercede por nosotros en todas nuestras necesidades”
“Purifica mi alma con tu Precioso Sangre ¡Jesús!”
“Venimos a adorarte, oh Virgen María”
“¡Oh Madre de Dios! Ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte”
“Reina del Cielo, ruega por nosotros”
“María, Madre de misericordia, abogada nuestra ante el trono de Dios”
“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal ¡Ten piedad de nosotros!”
“Envíanos tu Espíritu para que renovemos esta tierra
Paso 5: Resto de las Cuentas del Rosario
Paso 6: Doxología Final
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
Como Rezar la Coronilla de la Divina Misericorida en Forma de Novena
Para rezar la Coronilla de la Divina Misericordia en forma de novena, primero se rezan oraciones especÍficas por nueves dias, y después de cada oración se reza la coronilla con los pasos mencionados anteriormente.
PRIMER DÍA
“Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores , y sumérgelos en el mar de mi misericordia. De esta forma, me consolarás de la amarga tristeza en que me sume la perdida de las almas.
Jesús Misericordiosísimo, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en tu bondad infinita. Acógenos en la morada de tu compasivísimo corazón y nunca nos dejes escapar de el. Te lo suplicamos por tu amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.
Padre Eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús y por su dolorosa pasión muestranos tu misericordia para que alabemos la omnipotencia de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.”
Después de decir estas oraciones, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
SEGUNDO DÍA
Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y los religiosos, y sumérgelas en mi misericordia insondable. Fueron ellas las que me dieron fortaleza para soportar mi amarga pasión. A través de ellas, como a través de canales, mi misericordia fluye hacia la humanidad.
Jesús misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia que está en el cielo.
Padre eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu viña, a las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de tu bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el poder de tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación y a una sola voz canten alabanzas a tu misericordia sin límite por los siglos de los siglos. Amén.
Después de decir estas oraciones, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
TERCER DÍA
Jesús compasivísimo, que eres la luz del mundo entero. Acoge en la morada de tu piadosísimo Corazón a las almas de aquellos que no creen en Dios y de aquellos que todavía no te conocen. Que los rayos de tu gracia las iluminen para que también ellas unidas a nosotros, ensalcen tu misericordia admirable y no las dejes salir de la morada de tu compasivísimo Corazón.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas de aquellos que no creen en Ti y de los que todavía no te conocen, pero que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Después de decir estas oraciones, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
CUARTO DÍA
Hoy, tráeme a aquellos que no creen en Dios, y a aquellos que todavía no me conocen. También pensaba en ellos durante mi amarga pasión y su futuro celo consoló mi corazón. Sumérgelos en el mar de mi misericordia.
Jesús compasivísimo, que eres la luz del mundo entero. Acoge en la morada de tu piadosísimo Corazón a las almas de aquellos que no creen en Dios y de aquellos que todavía no te conocen. Que los rayos de tu gracia las iluminen para que también ellas unidas a nosotros, ensalcen tu misericordia admirable y no las dejes salir de la morada de tu compasivísimo Corazón.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas de aquellos que no creen en Ti y de los que todavía no te conocen, pero que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Después de decir estas oraciones, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
QUINTO DÍA
Hoy, tráeme a las almas de los hermanos separados y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Durante mi amarga pasión, desgarraron mi cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia, mis llagas cicatrizan y de este modo alivian mi pasión.
Jesús misericordiosísimo que eres la bondad misma, tú no niegas la luz a quienes te la piden. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas de nuestros hermanos separados y llévalas con tu luz a la unidad con la Iglesia y no las dejes escapar de la morada de tu compasivísimo Corazón sino haz que también ellas glorifiquen la generosidad de tu misericordia.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas de nuestros hermanos separados, especialmente a aquellos que han malgastado tus bendiciones y han abusado de tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires sus errores, sino el amor de tu Hijo y su amarga pasión que sufrió por ellos, ya que también ellos están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Haz que también ellos glorifiquen tu gran misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Después de decir estas oraciones, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
SEXTO DÍA
Misericordiosísimo Jesús que dijiste: “aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón”, acoge en Tu Corazón desbordante de piedad a todas las almas mansas y humildes, y las de los niños pequeños. Estas almas son la delicia de las regiones celestiales y las preferidas del Padre Eterno, pues se recrea en ellas muy particularmente. Son como un ramillete de florecillas que despidieran su perfume ante el trono de Dios. El mismo Dios se embriaga con su fragancia. Ellas encuentran abrigo en Tu Piadosísimo Corazón, oh Jesús y entonan incesantemente himnos de amor y de gloria.
Padre Eterno, vuelve Tu mirada llena de misericordia hacía estas almas mansas, hacia estas almas humildes y hacia los niños pequeños acurrucados en el seno del corazón desbordante de piedad de Jesús. Estas almas se asemejan más a Tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra hasta alcanzar Tu Trono, Señor. Padre de misericordia y bondad suma, Te suplico, por el amor que Te inspiran estas almas y el gozo que Te proporcionan: bendice a todo el género humano, para que todas las almas a la par entonen las alabanzas que a Tu misericordia se deben por los siglos de los siglos. Amén.
Después de decir estas oraciones, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
SÉPTIMO DÍA
Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican mi misericordia de modo especial y sumérgelas en mi misericordia. Estas almas son las que más lamentaron mi pasión y penetraron más profundamente en mi Espíritu. Ellas son un reflejo viviente de mi Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con una luz especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte.
Jesús misericordiosísimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios mismo. En medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia y unidas a ti, ellas cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Esta almas no serán juzgadas severamente, sino que tu misericordia las envolverá en la hora de la muerte.
Padre eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran tu mayor atributo, es decir, tu misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones desbordantes de gozo cantan a ti, oh Altísimo, un canto de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales tu misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en ti. Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les dijo que: a las almas que veneren esta infinita misericordia mía, yo mismo las defenderé como mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte.
Después de decir estas oraciones, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
OCTAVO DÍA
Misericordiosísimo Jesús, que exclamaste ¡misericordia!, introduzco ahora en el seno de Tu Corazón desbordante de misericordia las almas del purgatorio, almas que tanto aprecias pero que, no obstante, han de pagar su culpa. Que el manantial de Sangre y Agua que brotó de Tu Corazón apague las llamas purificadoras para que, también allí, el poder de Tu misericordia, sea glorificado.
Padre eterno, mira con ojos misericordiosos a estas almas que padecen en el purgatorio y que Jesús acoge en Su Corazón, desbordante de piedad. Te suplico, por la dolorosa Pasión que sufrió Tu Hijo, y por toda la amargura que anegó Su sacratísima alma: muéstrate misericordioso con las almas que se hallan bajo Tu justiciera mirada. No los mires de otro modo, sino sólo a través de las heridas de Jesús, Tu Hijo bien amado; porque creemos firmemente que Tu bondad y compasión son infinitas. Amén.
Después de decir estas oraciones, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
NOVENO DÍA
Hoy, tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren mi Corazón. A causa de las almas tibias, mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de mí este cáliz, si es tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación consiste en recurrir a mi misericordia.
Jesús misericordiosísimo, que eres la compasión misma, te traigo a las almas tibias a la morada de tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de tu amor puro. Oh Jesús compasivísimo, ejercita la omnipotencia de tu misericordia y atráelas al mismo ardor de tu amor y concédeles el amor santo, porque tú lo puedes todo.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo, están encerradas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la misericordia, te suplico por la amarga pasión de tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu misericordia. Amén. (1209-1229)
Después de decir estas oraciones, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
En este artículo explicamos como rezar la coronilla de la divina misericordia en forma de novena. Además de este recurso, te recomendamos los siguientes artículos: